Las recientes elecciones en Austria y la República Checa consolidan el avance de los partidos de ultraderecha en Europa. Mientras en España se producen las primeras reacciones frente a los ataques de la ultraderecha ante el conflicto catalán.

Los resultados obtenidos por los partidos de extrema derecha en Europa en las últimas elecciones generales constatan un importante avance del populismo en el continente. Así lo podemos observar en esta infografía de Statista, dónde se muestran los resultados de partidos de extrema derecha en las elecciones generales más recientes. La extrema derecha crece en Europa y con ella la defensa de unas políticas antimigratorias, islamófobas y de rechazo a los refugiados.

El pasado domingo 15 de octubre, el Partido Popular austriaco (ÖVP), encabezado por el joven Sebastian Kurz, ganó las elecciones. Muy probablemente formará gobierno con la tercera fuerza política: el Partido Liberal (FPÖ). Un partido populista y de derechas, que obtuvo el 25,9% de los votos.

Según indica la cadena Ser, el joven y carismático Kurz, se ha opuesto a la apertura de fronteras en 2015 durante la crisis migratoria europea. También quiere restringir beneficios a los refugiados y otros nuevos recién llegados. Asegura que quiere parar la inmigración ilegal para  hacer una sociedad más segura para los que realmente necesitan ayuda.

El último en aparecer en la escena de la ultraderecha europea ha sido el movimiento populista del millonario checo Andrej Babis a quien ya se le empieza a conocer como el «Trump checo». En las elecciones del 21 de octubre en la República Checa, su partido Alianza de Ciudadanos Descontentos (ANO) ha obtenido el 29,06 %.

Según fuentes de El Mundo, Babis estaría dispuesto a proponer una reforma del sistema electoral. A su juicio, un excesivo número de partidos complicaría la gobernabilidad. «Cuanto más partidos haya (en la Cámara), el problema es mayor. Necesitamos un sistema mayoritario porque gobernar en coalición es un problema en toda Europa», dijo Babis.

En Alemania, a pesar del triunfo de Ángela Merkel en septiembre, la extrema derecha irrumpió con fuerza en el Bundestag. Alternativa para Alemania (AfD) obtuvo el 12,6 % de los votos convirtiéndose en el tercer partido con más votos en el país. Alice Weidel, una de las líderes de este partido y la que representa a la facción “moderada”, según fuentes de Infobae, es conocida por sus posturas contra la inmigración y por advertir con frecuencia sobre la “islamización” de Alemania.

En España, los partidos de corte ultraderechista no parecen ser una amenaza en el actual tablero electoral tal y como indica Xavier Casal en su análisis para El Diario. En el escenario autonómico, la Plataforma per Catalunya (PxC) y España 2000 en la Comunidad Valenciana, experimentaron un severo descenso en los comicios locales de 2015. España 2000 se quedó con un solo edil de los cuatro que tenía y PxC pasó de 65 a ocho ediles. En el panorama nacional, destaca la federación Respeto (que aglutina a PxC, España 2000 y el Partido por la Libertad (PxL)) y Vox. En las elecciones europeas de 2014 cosechó 246.833 votos (1.5 %).

Por otro lado, se han sucedido en España las últimas semanas algunos hechos protagonizados por ultraderechistas. El primero de ellos, tuvo lugar en Valencia durante la festividad del 9 de octubre. Se produjeron al menos dos agresiones por parte grupos ultra dirigidas a los manifestantes convocados por la Comisión 9 d’Octubre.

Después se han sucedido otras agresiones como la perpetrada contra la vicepresidenta valenciana Mónica Oltra. Ésta sufrió el pasado 19 de octubre un escrache cerca de su domicilio.  Veinte ultras, liderados por José Luis Roberto de España 2000, se concentraron para corear “Qué viva España”.

Estas agresiones y el escenario de una Europa en la que avanzan los partidos de extrema derecha, abren el debate. ¿Debemos temer el ascenso de la extrema derecha en España?

Salvador Enguix, periodista de La Vanguardia, hace un análisis de la reacción respecto a los hechos del 9 de Octubre. Reacción que podríamos hacer extensiva a los hechos vividos por la líder valenciana, Mónica Oltra, hace tan solo unos días. “La reacción ha sido contundente desde las instituciones, partidos políticos, medios de comunicación y colectivos profesionales”, reflexiona el periodista.

El delegado del gobierno Juan Carlos Moragues según dijo Mónica Oltra en la Ser: “El delegado ha reaccionado, afortunadamente. Ha habido 13 detenciones (relacionadas con el 9 de octubre), se está reaccionando. Por la conversación de ayer con el delegado creo que se está dando cuenta de la dimensión que tiene. Todo el mundo tiene derecho a un error de cálculo. Pero se ha dado cuenta de una situación que se les había ido de las manos y están intentando reconducir”. Ha defendido Oltra.

En mi opinión, el escaso peso de los partidos ultra en España y la ejemplar reacción de la sociedad valenciana, pueden crear la ilusión de que no corremos peligro. Los escenarios políticos y sociales, están cambiando con extrema rapidez. No sería descarado un recrudecimiento de estos grupos  amparados por el reflejo de una Europa cada día más irreconocible.

Michael Kenna, Treinta y seis pájaros, Isla de Skye, Escocia, 2005

Pero además, es previsible una reacción virulenta de la ultraderecha catalana, ante la declaración unilateral de independencia (DUI) de Puigdemont. La DUI catalana puede activar la paradoja del nacionalismo españolista contra el nacionalismo catalanista.

La DUI Cataluña puede activar la paradoja del nacionalismo españolista contra el nacionalismo catalanista.

Conviene recordar en este momento los datos que arroja el último Informe Anual Islamofobia en España de 2016 elaborado por la Plataforma Ciudadana Contra la Islamofobia, en el que se apunta que Cataluña es la comunidad autónoma donde más casos de islamofobia se han producido durante el año 2016. 

Cuando empiecen a caer las primeras banderas españolas de los mástiles catalanes, la extrema derecha, cual ave carroñera, no tardará en reconfigurar sus prioridades. Espero, que ahí si, la sociedad española en su conjunto, enarbole la bandera del rechazo a la violencia.

Lourdes Mirón.